La Tendencia Bolchevique Internacional condenamos el flagrante uso de la fuerza del gobierno de Madrid para reprimir el referéndum de independencia de Cataluña del 1 de octubre y nos oponemos firmemente a todos los intentos del Estado español de impedir que el pueblo catalán ejerza su derecho democrático a formar un estado separado.
A pesar de los esfuerzos de Madrid para intimidar a los votantes, más de 2 millones de personas desafiaron a las autoridad estatal central al participar en el referéndum, con un 90 por ciento de votos a favor de la independencia. En muchos casos, los catalanes ocuparon puestos de votación para asegurar que se pudiera ejercer el derecho al voto y resistieron valientemente los brutales ataques de la Policía Nacional y de la Guardia Civil enviados para abortar el plebiscito. La represión de Madrid limitó la participación general al 42% de los votantes, pero es más que evidente, dadas las actuales circunstancias, que los catalanes han optado por ejercer su derecho democrático a separarse y formar su propio estado.
Como marxistas, reconocemos el derecho de todas las naciones a la autodeterminación, lo que significa el derecho a un estado-nación independiente. En algunos casos, como Quebec o Escocia, defendemos el derecho a separarse, pero no abogamos por la independencia en este punto. Al aconsejar sobre independencia si o independencia no, nos guiamos por nuestra evaluación de lo que mejor podría hacer avanzar en la lucha de clases – y en esos dos casos, la independencia no es en estos momentos necesaria para sacar la cuestión nacional “fuera de la agenda” porque las luchas de los trabajadores unidos aún son posibles. En Cataluña, la población ya ha decidido separarse en un referéndum formal, por lo que el eje principal debe pasar de defender el derecho a la autodeterminación a defender el acto de autodeterminación.
Apoyar la independencia para Cataluña no significa que damos ningún apoyo político a los nacionalistas burgueses que actualmente gobiernan la Generalitat de Cataluña, incluido el Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) del presidente Carlos Puigdemont. Sin embargo, defendemos a Puigdemont y su gobierno contra cualquier intento de represión de Madrid y exigimos la retirada inmediata e incondicional de todas las unidades policiales y militares españolas de Cataluña.
Hasta que se alcance la independencia, a muchos trabajadores catalanes se les podrá engañar y hacerles pensar que tienen un interés común con los capitalistas catalanes: la separación de España creará las condiciones en que esas ilusiones pueden romperse. Los marxistas buscan unificar a los trabajadores en torno a un programa de revolución proletaria en toda la Península Ibérica como un paso hacia los Estados Unidos de Europa socialistas.